¿Cuál es el sitio del conocimiento? Allí donde buscan los que anhelan conocer, aquellos que transforman una habitación en un templo de la mente. Así, mucho se ha descrito del astrónomo que, con el grimorio en su atril, describe el firmamento a través del titilar de las estrellas. O del matemático que, seleccionando el mejor lápiz del cubilete, redefine nuestra percepción del mundo. Porque los pensamientos moran en el espacio vacío en el que se engendran los misterios. Pero hay un sitio para las herramientas que los vuelven eternos. Las palabras de los sabios nunca serían suficiente sin un refugio en el que pueda descansar el libro.